Vivimos una época en la cual las personas buscan optimizar su tiempo al máximo. Esto incluye conseguir los productos que necesitan de manera sencilla.
Hay que admitirlo, ir a la tienda a conseguir un producto ya no es atractivo. El tráfico, perder tiempo buscando un estacionamiento, no encontrar exactamente lo que buscabas, filas en la caja de salida, entre otros factores, lo tornan en algo incómodo.
Comprar en línea se convirtió en una solución a todo esto, teniendo una adopción acelerada durante la pandemia. Sin embargo, aun después de este evento histórico, la AMVO (Asociación Mexicana de Venta Online) espera un crecimiento del 30% anual hasta el 2025.
Si eres una empresa mexicana, realmente debes poner atención a este hecho, ya que es el segundo país con más usuarios activos en internet en toda América Latina, con el 76.3% de la población.
De momento este es el panorama general de la importancia y crecimiento del e-commerce. Pero sigue la duda ¿Qué es precisamente un e-commerce?
¿Qué es un e-commerce?
El e-commerce o comercio electrónico consiste en la compra y venta de bienes y servicios a través de Internet. Lo cual incluye el traspaso de dinero e información.
Básicamente, puedes ingresar a un sitio web que cuenta con un catálogo que puede consistir en productos o servicios, pagar por ellos y recibirlos en tu domicilio.
Estos sitios se caracterizan por:
- Contar con fotografías de alta calidad que muestren el producto a detalle.
- Ser fáciles de explorar por los usuarios.
- Poseer un diseño responsivo que le permita funcionar correctamente en diversos dispositivos como celulares o laptops.
- La compra se puede concretar de manera sencilla y en pocos pasos.
- Brindan reseñas de usuarios que han realizado compras previamente.
- Sus bases de datos, inventarios y métodos de cobro son digitales.
- Requieren mantenimiento continuo.
- Incluir políticas de privacidad de términos y condiciones.
- Tienen secciones de preguntas y respuestas frecuentes para ayudar a los usuarios a concretar la compra.
- Deben permitir el enviar y compartir datos de manera segura.
Amazon, Mercado libre, y Shein, son tan solo algunos ejemplos de tiendas en línea. Y, aunque son empresas enormes, considera que el sistema puede ser adoptado por comercios de cualquier tamaño. La diferencia más importante es como se comportaría un negocio B2B y uno B2C.
Diferencia entre E-commerce para empresas B2B y B2C.
Tomar decisiones es complicado. Te das el tiempo de analizar las opciones que tienes disponibles, y piensas en las posibles consecuencias de efectuar o no una compra.
En el caso de las personas que toman decisiones para una empresa, es aún más difícil, ya que su elección afectará al negocio que representa y, por lo tanto, a su carrera. Este es el reto del e-commerce B2B.
Esto involucra factores decisivos como lo son el contar con catálogos y contratos de pago claros, capacidad de comprar en volumen, fácil recompra, capacidad de proporcionar precios y tiempos de entrega personalizados al usuario, información de inventario, entre otros.
Con todos estos factores, el proceso de compra puede tomar más tiempo y requerir la participación de equipos de trabajo, como vienen a ser los vendedores.
Por su parte, un negocio que se dirige a clientes finales se centra en la claridad y rapidez en los procesos, además de los factores emocionales que involucra la compra.
Ahora que en ambos casos hay similitudes, incluyendo la diversidad de modelos de negocio que pueden llevarse a cabo.
Modelos de negocio para tu tienda en línea.
El modelo de negocio más convencional en un e-commerce corresponde al del negocio propio donde cuentas con un catálogo de los productos físicos o digitales que ofreces.
En contraste, dentro de las ventajas de las tiendas en línea es que no estás obligado a tener inventario de lo que vas a vender. Por lo cual podrías valerte de implementar un sistema de marketplace o dropshipping.
Contar con un marketplace te permite que diferentes proveedores puedan ofrecer sus productos a través de tu plataforma a cambio de una comisión. Amazon y Mercado libre son ejemplos de ello.
Mientras que en el caso del dropshipping, ofreces los productos, en tu tienda, que serán provistos y entregados por un tercero.
Otra alternativa que se puede aprovechar, consiste en ofrecer un modelo de suscripción. En este, los clientes pueden contratar una membresía por un tiempo determinado para recibir y aprovechar los beneficios que ofreces.
Dependiendo de lo que quieras lograr, y los recursos con los que cuentes para invertir, cualquiera de las cuatro alternativas es una excelente opción.
Ten presente que para que tu sitio sea un éxito, debes acompañarlo con una buena estrategia de marketing digital. Esta puede incluir anuncios en Google, redes sociales o ambos, contenido que aporte valor a tus clientes, y la creación de relaciones estratégicas que promocionen tu negocio, como lo sería un sistema de afiliados.
Espero que esta información te sea de ayuda. Déjanos un comentario y comparte en tus redes sociales.
Si tienes un negocio local y deseas transformarlo por medio de un e-commerce o quieres mejorar el que ya tienes, contáctanos. No dejes que tu competencia se te adelante.